Apuntes para una historia de la solidaridad de España con Chile: el año 1978
agosto 25, 2013 | Posted by historia under Archivo, Conferencias Internacionales de Solidaridad, CUT, Dictadura y Org. Internacionales, España, Exilio y solidaridad, MIR, Partido Comunista de Chile, Partido Socialista de Chile, Solidaridad por países |
Francisco Gallardo. Lic. UAB
1978 es en España uno de los años más importantes en cuanto a acciones de solidaridad con el pueblo de Chile. Representa también la incorporación definitiva, aunque sólo institucional de órganos del estado, en el rechazo de la dictadura pinochetista. Es de aquellos años que muestra lo multifacético de la solidaridad, lo numeroso y también lo centralizado/descentralizado de las iniciativas. Junto a un acto convocado por los parlamentarios españoles, se realiza otro en una pequeña localidad con la misma representatividad en la convocatoria, pero a un nivel local. Por supuesto, estas actividades tienen resultados políticos diferentes en cuanto a su alcalce, pero lo que interesa apuntar en este momento es la complementariedad de las iniciativas, y el papel de unas y otras en la conformación de la conciencia solidaria de los ciudadanos del Estado español.
En diciembre de 1977, el gobierno español volvía a abstenerse en la condena internacional a la violación de los derechos humanos en Chile, realizada por cuarta vez en la Asamblea General de las NN.UU. Simultáneamente Pinochet convoca a los chilenos a un referéndum para el 4 de enero del año siguiente, a todos los mayores de 18 años a votar obligatoriamente a un plebiscito de “afirmación patriótica” como respuesta a la “campaña internacional” en contra precisamente de la actuación de la dictadura. Para Pinochet la nueva resolución de la Asamblea General de las NN.UU del 16 de diciembre de 1977 que volvía a condenarlo por “sus reiteradas violaciones de los derechos del hombre” no era sino el colofón de la campaña “marxista” en su contra.
Estos dos hechos marcan el inicio de una de las más amplias coberturas solidarias del pueblo español con el chileno. Es 1978, un año clave en el curso solidario, pues marca el fin de la primera etapa de la solidaridad, marcada básicamente por las actividades de condena al régimen, prácticamente sin concurrencia institucional; por campañas concretas como fue la llevada adelante en beneficio de la libertad de presos políticos, de una profusión informativa respecto de la situación chilena. En esta etapa estas tareas se complementan –al menos en España- con condenas institucionales, mayor coordinación entre los partidos políticos en la repulsa dictatorial, en una gran amplitud político-social de las acciones, etc.
En enero de 1978 se realiza una conferencia de prensa con representantes del PSOE, PCE, PSP, ID y Justicia y Paz, caracterizando el llamado a consulta de los chilenos como una nueva “pinochetada” y su rechazo por la actitud del gobierno español al no respaldar la condena de las Naciones Unidas. En el mismo sentido se pronuncian diversas centrales sindicales CC.OO, SOC, CSUT y USO, haciendo público un documento en el que se exigían que el gobierno español que “actúe en correspondencia con el abrumador sentimiento democrático expresado por nuestro pueblo y respete el compromiso que se ha adquirido al firmar la Declaración de los Derechos del Hombre.
Las violaciones sistemáticas de los derechos humanos realizadas por la dictadura también tocaron a España de cerca. Dos sacerdotes fueron asesinados: Joan Alsina y Antonio Llidó, éste último detenido-desaparecido. Llidó oriundo de Valencia y que pese a las múltiples gestiones realizadas por familiares e instituciones valencianas, la dictadura no dio ningún dato sobre su paradero. Ante las reticencias del propio gobierno español por realizar gestiones en éste sentido, se crea el 15 de marzo de 1978, el Comité pro Liberación del Sacerdote Antonio Llidó. El Comité estuvo compuesto por parlamentarios de distintos partidos, asociaciones de diversa índole, jerarquías eclesiásticas e intelectuales. Los cinco comités principales fueron los de Valencia, Barcelona, Madrid, Euskadi y Asturias.
El 4 de febrero llega a España Hortensia Bussi, viudad del Presidente Salvador Allende, con el objeto de realizar una serie de entrevistas con fuerzas políticas y miembros de diversos órganos del Estado. Se reúne con Antón Fontán, presidente del Congreso de los Diputados, con una representación del PSOE que incluye una entrevista privada con Felipe González. Luego se traslada a Barcelona donde asiste a una actividad en la Cocheras de Sans, donde asisten 5.000 personas, organizado por los socialistas catalanes (PSC-PSOE). En Catalunya es recibida por el Presidente de la Generalitat Joseph Tarradellas. De regreso a Madrid, se reúne con una comisión de relaciones internacionales del PSOE y con Santiago Carrillo, Secretario General del PCE.
Las preocupaciones centrales de Hortensia Bussi se dirigieron a los detenidos desaparecidos, la relegación de 12 dirigentes demócratas cristianos y a plantear el tema de las relaciones de España con el actual “gobierno chileno”, en la idea de condicionar estas relaciones al cumplimiento por éste de ciertas garantías mínimas.
Aparecen las primeras noticias (mayo 1978) de que cuatro iglesias y un local de la UNICEF de Santiago, familiares de detenidos-desaparecidos han iniciado una huelga de hambre indefinida para presionar al gobierno para que se les informe sobre el paradero de sus parientes.
El 2 de mayo, siete chilenos junto a catalanes inician una huelga de hambre en la Parroquia de Purísima en Sabadell (Catalunya), solidarizándose con las huelgas que se realizaban en Chile; al finaliozar el mes, más de 29 organizaciones y entidades se adhieren a la huelga que se inicia en Barcelona en la iglesia Santa Cecilia. Simultáneamente se registran huelgas en otras ciudades catalanas: Cornellà, Poble Nou.
En Madrid también quince exiliados la inician convocándola en principio por 48 horas, prorrogables según la actitud del régimen chileno, participan tres ciudadanos españoles, entre ellas, María Jesús Arzoaga, Secretaria de Justicia y Paz. El 1 de junio se registra otra huelga en Madrid, esta vez protagonizada por trece chilenos y tres españoles, en la sede del Instituto de Estudios Políticos para América Latina.
El 2 de junio, el diario El País, anota que se había incorporado a la huelga de hambre la viuda del poeta Pablo Neruda, Matilde Urrutia, quien, en unión de otras dos mujeres se instaló en la sede de la cancillería de la embajada norteamericana en Santiago.
La obstinación de la dictadura, de no ceder en la reivindicación central de las huelgas de hambre, que era conocer antecedentes del paradero de los detenidos-desaparecidos, crea internacionalmente una amplísima reprobación y genera una gran cantidad de comunicados de gobiernos en pro del esclarecimiento del destino de los detenidos-desaparecidos. El parlamento valenciano, en junio hace pública la siguiente resolución: “exigimos la aclaración referente al paradero del padre Llidó y repudiamos la actitud del gobierno chileno por su postura de no querer resolver los requerimientos de los huelguistas”. En mayo del mismo año el Presidente del gobierno español Adolfo Suárez, prometia todo el apoyo del gobierno para lograr una respuesta por parte del sacerdote valenciano Antonio Llidó, de quien se carecen de noticias desde el 25 de octubre de 1974, fecha en que fue sacado de la prisión de Cuatro Alamos por agentes de la DINA, al recibir en el palacio de la Moncloa al Comité Pro Liberación del Padre Llidó, que está integrado por diputados de los partidos políticos españoles, incluida UCD, y personalidades independientes. También son recibidos por el cardenal Enrique Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal española.En el Pleno del Congreso de los Diputados del Estado Español, que se realiza el 7 de junio de 1978, se acuerda modificar el orden del día e introducir la mención por la que se solicita al gobierno se dirija a Kart Waldheim para que intervenga cerca de Pinochet, con el fin de dar solución a las peticiones de los huelguistas solidarios con la situación de los chilenos desaparecidos. Dicha mención se aprobó casi por unanimidad, 13 diputados votaron en contra y 10 se abstuvieron.
La gran actividad solidaria, impulsa a Chile Democrático a solicitar la intensificación unitaria de los esfuerzos para acabar con la tragedia de Chile. Con 9 de junio de 1978, y desde Roma, dirigen una carta abierta a la comunidad internacional en la que piden “iniciativas de apoyo a nuestro pueblo” y la convocatoria de una Conferencia Mundial de Solidaridad con Chile, “que sea expresión amplia de todas las fuerzas y de todas las corrientes del pensamiento político, ideológico y religioso que hasta ahora han apoyado el combate de nuestro pueblo”.
El llamamiento a la comunidad internacional, estaba encabezado por la viuda del Presidente Allende, que fue acogida por sectores ampliamente representativos de la vida política y sindical española que, a la hora de expresar su apoyo a la iniciativa, ofrecen Madrid como sede. En julio de 1978, UCD, PSOE, PCE, CC.OO y UGT hacen pública una declaración en la cual señalaban el deseo de que España concrete de manera amplia “conscientes de la gran deuda que las fuerzas democráticas españolas tenemos con el pueblo de Chile y con otros pueblos del mundo, que durante años ofrecieron su activa solidaridad y estimulados por la postura adoptada el día 7 de junio por nuestro Congreso de los Diputados, declaramos nuestro más decidido apoyo a la iniciativa de convocar una Conferencia Mundial de Solidaridad con Chile, ofreciendo Madrid como sede de la misma”.
A continuación agregaban “los recientes acontecimientos, la campaña para aobligar a dar cuenta de los desaparecidos (entre los que se encuentra el sacerdote español Antonio Llidó), las huelgas de hambre sostenidas abnegadamente por familiares, la amplia y activa unidad de los demócratas chilenos frente a las atrocidades de la Junta Militar chilena, por su represión y sistemática violación de los derechos humanos y libertades más elementales, crean una favorable oportunidad para esta Conferencia Mundial de Solidaridad con Chile pueda ser una valiosa aportación para poner fin a todas aquella situaciones (…) nos dirigimos a la opinión pública –concluye la declaración- de nuestro país con la esperanza de que este movimiento de solidaridad con Chile sirva de ejemplificador llamamiento para la denuncia de situaciones similarmente injustas en el resto del mundo”.
Entre los firmantes: F. Alvarez de Miranda, R. Arias Salgado, Javier Ruperez, Marcelino Camacho, Nicolás Redondo, Felipe González, Alfonso Guerra, Luís Gómez Llorente, Luís Yañez, Ramón Rubial, Enrique Tierno Galván, Santiago Carrillo, J. Rodríguez Ugarte, J. Ruíz-Giménez, Fernando Claudín, J.L: Aranguren, Luís Buñuel, etc.
En julio visita España Benjamín Teplisky, en el contexto de los “primeros” contactos para la celebración de la Conferencia Mundial. Mantuvo conversaciones con el Presidente del Congreso de los Diputados Fernando Alvarez de Miranda, con Luís Yañez, Secretario General de Relaciones Internacionales del PSOE, con la Comisión Internacional del PCE, con miembros de la ejecutiva de CC.OO, con dirigentes de UCD y con organismos diversos, como Justicia y Paz. Con el mismo objeto llega a Madrid Anselmo Sule, reuniéndose especialmente con el Coordinador de UCD, Rafael Arias Salgado para ultimar la postura de UCD en relación a la “Reunión”, Sule declaró que tenía la seguridad “de la participación de dicho partido(…)”. Finalmente no fue así. UCD era un partido en el cual habían convergido diferentes grupos ideológicos del centro derecha español. Entre ellos un sector disperso pero con peso específico de la democracia cristiana, que al enterarse del bloqueo que hacía la DC chilena de la Conferencia comenzó a su vez a presionar dentro del partido para abandonar sus compromisos y retirarse de la reunión. De aquí que, durante todo el proceso preparatorio de la Conferencia UCD actuara ambiguamente, pero participando de hecho. El retiro se produce el mismo día de su inauguración.
Pese a todos los inconvenientes, que provenían no sólo de la postura del partido gobernante, sino de las dificultades para aunar criterios entre entidades diferentes, se conforma un Comité Ejecutivo preparatorio de la Conferencia. El 30 de octubre de 1978, éste, en una rueda de prensa anuncia a la opinión pública española e internacional la celebración del evento en la ciudad de Madrid entre los día 9,10,11 y 12 de noviembre, en el Hotel Convención.
La Conferencia tendrá 3 apartados: política, cultural y sindical. En el Comité Preparatorio participaban las fuerzas democráticas chilenas (PC, PS, MIR, PR, MAPU), así como los principales partidos políticos españoles (UCD, PSOE, PCE) y centrales sindicales (CC.OO y UGT).
La Conferencia se planteaba como culminación de la amplia campaña solidaria sostenida contra la dictadura desde 1973. La idea era centrar los esfuerzos en la Conferencia, en la situación de los detenidos-desaparecidos, el aislamiento económico, comercial, diplomático y cultural de la Junta y en particular de Pinochet; la investigación del asesinato de Orlando Letelier; la exigencia de que continuara funcionando el grupo ad-hoc de la Comisión de Derechos Humanos de las NN.UU; el retorno de los exiliados, la defensa del patrimonio chileno y la lucha por el respeto de los derechos de los trabajadores.
La Conferencia se realizaba en un momento en que Pinochet lograba sus más altas cotas de desprestigio internacional, pero también como apuntaba Treball “la gigantesca ola solidaria con los chilenos, no tendría sentido y no encontraría base de existencia real si el pueblo chileno no hubiese sido capaz de crear unitariamente niveles de lucha superior, tanto cuantitativamente como cualitativamente”
Conferencias similares registró la lucha antifranquista: Sao Paulo, Montevideo, París o Roma, sin embargo, para Marcos Ana, “ésta, su proyecto al menos, contempla un nivel superior de participación junto a otras razones, la unidad sostenida y ensanchada de los demócratas chilenos les da una gran autoridad(…). Efectivamente la amplísima representación es probablemente uno de los hechos más significativos de la Conferencia por Chile realizada en Madrid.
El 20 de julio se presenta oficialmente la Conferencia Mundial, en el Club Internacional de la Prensa. B. Teplisky y Luis Guastavino expusieron la necesidad de reunir en Madrid la “gran ola de solidaridad mundial con el pueblo chileno”. Estuvieron presentes representantes de las fuerzas políticas y sindicales que apoyaban la inicitiva: Guillermo Madina de UCD, Fernando Baeza del PSOE, Manuel Azcárate del PCE, Serafín Aliaga de CC.OO y Manuel Senón de UGT, además de personalidades como Teresa Borbón y Parma y Joaquín Ruíz-Giménez.
En el contexto del mes de septiembre y de los actos conmemorativos del 11, la Federación Socialista Madrileña del PSOE, realiza un encuentro con representantes socialistas chilenos en la Casa del Pueblo de Madrid. Estuvieron presentes Alejandro Giliberto, Fresia Urrutia. También el presidente de honor del PSOE Enrique Tierno Galván, Alonso Puerta, Secretario General de la FMS y Juan Barranco por la UGT.
El día 10 de septiembre en el cine Cristal, se realiza el acto central del V aniversario del derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular y la muerte de Salvador Allende. El acto estuvo presidido por J. Ruíz-Giménez de ID y Luis Guastavino.
A partir del 16 de septiembre y hasta el 9 de octubre permaneció en Valencia el Museo Internacional de la Resistencia “Salvador Allende”. Esta actividad estuvo patrocinada por la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, y fue inaugurada la muestra por el titular de la misma, Joseph Bevia.
En Catalunya, los días 6 y 7 de octubre actúa en el Palau d’Esports de Moinjüic Quilapayún presentando la Cantata de Santa María de Iquique.
Los Secretarios de las Juventudes Comunistas y Socialistas de España visitan Chile durante el mes de septiembre.
Las actividades en torno a Chile durante el mes de septiembre fueron ampliamente masivas y con actividades tanto centrales como locales, por ejemplo, -entre otros- se registra un acto en el Polideportivo de Sant Cugat un miting contra las dictaduras latinoamericanas. Lo organizan Comités de Solidaridad y es convocado por los principales partidos y sindicatos locales. Asisten más de 1.500 personas.
Es pues, durante este ajetreado año solidario, en que se concretiza la Reunión de Madrid. Ya el 16 de septiembre de 1978, con el fin de estudiar y analizar el desarrollo de esta Conferencia, se reúnen en los locales de UGT un elevado número de periodistas españoles y extranjeros con diputados y exiliados chilenos, Luis Guastavino, E. Schannke, Giliberto, etc.
El primero de octubre el Comité Preparatorio de la Conferencia, hace pública una declaración en la que reitera “su decisión de luchar por la democracia y la libertad en Chile”, manifestando asimismo que “la Conferencia Mundial de Madrid será una tribuna que apoye las legítimas aspiraciones de los trabajadores chilenos”.
Durante los días 9,10,11 y 12 de octubre se celebra en Madrid la citada Conferencia.
Como corolario de este año, el Gobierno español decide reconsiderar su postura frente a las flagrantes violaciones a los derechos humanos, puestos de manifiesto en reiteradas ocasiones por los informes de las comisiones ad-hoc de las NN.UU y vota positivamente en la condena prácticamente universal a la dictadura pinochetista.
SIGLAS UTILIZADAS
PCE, Partido Comunista de España, PSOE, Partido Socialista Obrero Español, CC.OO, Comisiones Obreras UGT, Unión General de Trabajadores, USO, Unión Sindical Obrera, SOC, Sindicatos Obreros del Campo ID, Izquierda Democrática, PSC-PSOE, Partit dels Socialistas de Catalunya, UCD, Unión de Centro Democrático, PCCH, Partido Comunista de Chile, PSCH, Partido Socialista de Chile, PR, Partido Radical chileno, MIR, Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Chile).